Datos del procedimiento:
- Juzgado: Juzgado de Primera Instancia número 88 de Madrid
- Número de procedimiento: 771/2011
- Fecha de la sentencia: 24 de julio de 2012
Antecedentes:
L La parte demandante, un individuo que sufrió complicaciones tras una intervención de aumento mamario, presentó una demanda contra la aseguradora de la clínica donde se realizó la cirugía, reclamando una indemnización de 34.550,75 euros por daños y perjuicios. La demandante alegó que la intervención fue defectuosa y que no se le proporcionó un consentimiento informado adecuado.
Argumentos de la parte actora:
La demandante argumentó que se sometió a una cirugía de aumento mamario el 11 de julio de 2006, y que después de la operación experimentó complicaciones significativas, incluyendo una contractura capsular severa. Explicó que, tras la cirugía, se le diagnosticó una contractura capsular de grado III-IV en la mama derecha, lo que la llevó a necesitar una segunda intervención para corregir el problema. La demandante afirmó que no se le informó adecuadamente sobre los riesgos asociados a la cirugía ni sobre la técnica que se utilizaría.
En su reclamación, la demandante solicitó compensaciones por el coste de la intervención inicial, el sufrimiento psicológico derivado de la insatisfacción con los resultados estéticos, y los gastos relacionados con las cirugías adicionales necesarias para reparar el daño causado por la primera operación.
Argumentos de la parte demandada:
La aseguradora se opuso a la demanda, argumentando que la cirugía se realizó de acuerdo con los estándares médicos y que la paciente fue debidamente informada sobre los riesgos y las expectativas del procedimiento. La defensa también destacó que la contractura capsular es una complicación conocida en este tipo de intervenciones y que no necesariamente se debe a un error médico. Además, señalaron que la paciente firmó un consentimiento informado antes de la operación, lo que indica su comprensión de los riesgos implicados.
Análisis del juez:
El juez analizó la relación contractual entre la paciente y la clínica, reconociendo que en procedimientos estéticos, como el aumento mamario, el médico no solo debe prestar atención a la salud del paciente, sino también garantizar el resultado estético prometido. La sentencia subrayó que la cirugía estética se asemeja a un contrato de obra, donde el cirujano está obligado a proporcionar un resultado satisfactorio.
El juez evaluó las pruebas presentadas, incluidos los informes médicos y los testimonios, y concluyó que la atención brindada no cumplió con los estándares requeridos. Se determinó que la falta de información clara sobre los riesgos y el proceso médico constituía una violación de la obligación de informar y del consentimiento informado. La sentencia enfatizó que la paciente no fue informada adecuadamente sobre la naturaleza de la cirugía y sus posibles complicaciones.
Fallo de la sentencia:
El juzgado condenó a la aseguradora a indemnizar a la demandante con un total de 34.550,75 euros, que incluye el costo de la intervención inicial y compensaciones por daños psicológicos y estéticos. Además, se establecieron intereses desde la fecha de interposición de la demanda y se impusieron las costas del procedimiento a la parte demandada.
Esta sentencia subraya la importancia de la responsabilidad de las clínicas y de los profesionales de la salud en la correcta administración de los procedimientos estéticos, así como el deber de proporcionar información adecuada y detallada a los pacientes sobre los riesgos y resultados esperados de las intervenciones. La decisión resalta la necesidad de garantizar que los pacientes comprendan plenamente las implicaciones de someterse a cirugías estéticas y tengan la oportunidad de tomar decisiones informadas.