Por José Antonio Ramos Mesonero / 26 de Septiembre de 2024
L Si has pasado por el mundo del derecho médico o has tenido alguna experiencia en el ámbito sanitario, es probable que hayas oído los términos "negligencia" y "mala praxis". Aunque se usan a menudo de manera intercambiable, tienen diferencias significativas. En este artículo, desglosaremos las diferencias clave entre ellas:
1. Definiciones Básicas
Negligencia: Se refiere a la falta de cuidado o a la omisión de proporcionar el nivel adecuado de atención o diligencia que una persona razonable aplicaría en una situación específica. No se limita solo al ámbito médico; puede ser aplicable en diversos campos como el transporte, la construcción, entre otros.
Mala Praxis: Es un subconjunto de la negligencia y se refiere específicamente a errores cometidos por profesionales en el desempeño de sus habilidades y deberes, en especial en el campo médico. Es un término que denota un error o negligencia profesional que resulta en daño al paciente.
Ejemplo ficticio de un caso de negligencia por parte de un abogado
En Madrid, durante el año 2018, un caso de negligencia profesional resonó en la comunidad jurídica, dejando en evidencia la crucial responsabilidad que tienen los abogados en la defensa de los derechos de sus clientes.
Luisa Fernández, propietaria de un pequeño restaurante en el centro de la ciudad, decidió vender su negocio tras más de 20 años al mando. Después de firmar un acuerdo preliminar con un comprador, surgió una disputa sobre los términos del contrato de venta. Luisa decidió contratar a Pedro Gómez, un abogado recomendado por un conocido, para que la representara en la subsiguiente disputa.
A pesar de tener un plazo claro y definido para presentar una demanda en nombre de Luisa, Pedro procrastinó y no presentó los documentos necesarios en el tiempo estipulado. Alegó estar sobrecargado de trabajo y haber confundido las fechas límite. Además, no realizó una revisión adecuada del contrato de venta, lo que le habría permitido identificar cláusulas que favorecían a Luisa y que podrían haber resuelto la disputa sin necesidad de llegar a los tribunales.
Debido a la inacción de Pedro, Luisa perdió la oportunidad de presentar su demanda. La situación se agravó cuando el comprador, aprovechando la falta de acción legal, decidió romper el acuerdo y buscar otra propiedad, dejando a Luisa sin la venta esperada y enfrentando pérdidas económicas significativas.
Sintiéndose traicionada y perjudicada, Luisa decidió presentar una demanda contra Pedro por negligencia profesional, buscando compensación por las pérdidas incurridas debido a su incompetencia.
El caso fue resuelto mediante un acuerdo extrajudicial, donde Pedro tuvo que compensar a Luisa por daños y perjuicios. Este incidente no solo manchó la reputación de Pedro, sino que también sirvió como un recordatorio contundente para la comunidad legal sobre la importancia de la diligencia, la responsabilidad y el estricto seguimiento de los plazos en la profesión.
2. Ámbito de aplicación
Mientras que la negligencia puede surgir en cualquier contexto donde se espera un deber de cuidado (como un conductor en la carretera o un propietario de una tienda), la mala praxis se refiere principalmente a profesiones donde existe una relación profesional-cliente, como médicos, abogados o arquitectos.
3. Expectativas y estándares
La mala praxis se determina cuando un profesional no cumple con el estándar de atención esperado en su campo específico. En contraste, la negligencia se juzga según un estándar de lo que una persona razonable haría en una situación similar.
4. Consecuencias legales
Tanto la negligencia como la mala praxis pueden resultar en demandas civiles para obtener compensación por daños y perjuicios. Sin embargo, las demandas por mala praxis a menudo requieren la opinión y testimonio de expertos en el campo específico para determinar si hubo una desviación del estándar de atención.
5. Aspecto intencional
Aunque ambos términos implican una falta de cuidado adecuado, no necesariamente denotan intención. Es decir, un profesional puede cometer un acto de mala praxis sin tener la intención de causar daño.
Comprender la diferencia entre negligencia y mala praxis es esencial para aquellos que buscan responsabilidades legales en situaciones donde el cuidado o la profesionalidad se consideran deficientes.
Si bien todos los casos de mala praxis son negligencia, no todos los actos de negligencia son mala praxis. Siempre es recomendable consultar con un experto legal cuando se enfrentan a estas situaciones para recibir la mejor orientación y asesoramiento.
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