Infecciones Nosocomiales

Infecciones Nosocomiales

SSe denominan infecciones nosocomiales a cualquier tipo de infección que se produce en pacientes hospitalizados o en régimen ambulatorio.

Estas infecciones, para considerarse como tal, deben producirse durante la estancia del paciente en las instalaciones médicas, es decir, no se considerarían nosocomiales las infecciones producidas de forma previa a su ingreso.

Se calcula que las infecciones nosocomiales afectan a aproximadamente un 5% de los pacientes, presentando una elevada morbimortalidad por lo que se trata de un problema de gravedad para la salud.

¿Por qué se producen las infecciones nosocomiales?

El ambiente dentro de un hospital o centro de salud es muy favorable para la proliferación de microorganismos como bacterias, virus u hongos y estos pueden afectar especialmente a los pacientes ya que, en muchos casos, estos se encuentran con un sistema inmune más debilitado, fruto de su propia enfermedad o del tratamiento con antibióticos.

Además, durante algunos procedimientos médicos, como pueden ser las cirugías, colocación de vías etc. Se rompe la barrera natural que proporciona la piel frente al ataque de los microorganismos.

Los medios de propagación pueden ser de distinto tipo: contacto con superficies contaminadas o personal de atención médica infectado, uso de equipo médico contaminado o a través del aire, en algunos casos.

Además, existen ciertos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que un paciente adquiera una infección. Algunos de ellos incluyen la duración de la estancia en el hospital, la gravedad de la enfermedad, la presencia de dispositivos invasivos (como catéteres urinarios o respiratorios), la edad avanzada, el debilitamiento del sistema inmunológico y la exposición a otros pacientes con infecciones.

Por todo ello, es mucho más probable adquirir una infección en recintos hospitalarios.

Aunque aumente el riesgo de adquirir una infección en estos centros, lo cierto es que deben existir protocolos claros y medidas efectivas para minimizar dicho riesgo. En caso contrario, podríamos estar ante una negligencia, ya que se podría haber evitado la infección.

¿Cuándo reclamar por una infección nosocomial?

Hay que aclarar que, cualquier procedimiento médico o intervención quirúrgica conlleva una serie de riesgos inherentes, riesgos de los que el personal médico debe informar con detalle.

Cuando hablamos de infecciones nosocomiales, tenemos que tener claro que hablamos de una infección contraída que podría haber sido evitable y que debe demostrarse que la misma se ha producido como consecuencia de alguna actuación negligente por parte del personal sanitario.

Si nosotros, o un familiar han contraído una infección por haber estado en el hospital u otro centro médico, tenemos derecho a reclamar por lo sucedido.

Este tipo de infecciones pueden suponer un riesgo para la vida del paciente, además de deteriorar la imagen del centro sanitario en la que han ocurrido.

Por ello, como pacientes o familiares de un paciente, hemos sufrido esta situación, podemos ponernos en contacto con un abogado especializado en negligencias médicas para que valore las medidas legales a tomar.

Es por eso que le invitamos a contactar con nuestro Despacho de Madrid, pues podremos estudiar lo ocurrido y solicitar una indemnización para compensar los daños sufridos.

Tipos de infección nosocomial

Podemos distinguir las infecciones nosocomiales según diferentes criterios, aunque lo más habitual es por la zona del cuerpo que se haya visto afectada.

Las más habituales son:

Infecciones cutáneas: estas son muy habituales puesto que durante la estancia en el hospital es muy habitual recibir inyecciones, realizar pruebas como las biopsias o someterse a una cirugía, lo que significa además que existan heridas abiertas. Todas ellas son un foco para la entrada de algunos microorganismos perjudiciales, causantes de la infección.

Neumonía: concretamente la neumonía aspirativa, que es la que se produce cuando, debido a la dificultad de aspirar o deglutir correctamente, líquidos o incluso restos de alimentos pueden pasar a los pulmones. Esta infección también es más probable que se produzca en personas que utilizan ventilación artificial, como mascarillas.

Septicemia: es una infección que afecta a una zona del cuerpo, pero se ha transmitido al torrente sanguíneo. Se trata de una infección muy grave que puede ser mortal.

Los síntomas incluyen fiebre, escalofríos, dificultad para respirar y disminución de la presión arterial.

Infecciones de la herida quirúrgica: las infecciones de la herida quirúrgica pueden ocurrir después de una cirugía cuando las bacterias entran en la herida. Los síntomas incluyen dolor, enrojecimiento e hinchazón, y fiebre.

Infecciones en el tracto urinario: es una de las más comunes. Pueden ocurrir cuando se inserta un catéter urinario para ayudar al paciente a orinar. Las bacterias pueden subir por el mismo y entrar en la vejiga, causando una infección del tracto urinario. Los síntomas incluyen dolor, necesidad frecuente de orinar y dolor abdominal.

En el entorno hospitalario pueden darse todo tipo de infecciones. Por ello, es muy importante no solo que se extremen todas las medidas sanitarias y de higiene necesarias para reducir el riesgo si no que el personal médico ha de estar atento a cualquier síntoma que pudiera indicar la existencia de una para prescribir rápidamente el tratamiento necesario.

Tratamiento de las infecciones nosocomiales

El tratamiento de las infecciones nosocomiales depende del tipo de infección y de la gravedad de los síntomas. Los antibióticos son a menudo la primera solución utilizada, aunque pueden no ser siempre efectivos. En algunos casos, puede ser necesario usar una combinación de ellos para tratar la infección.En los casos más graves, puede ser necesario hospitalizar al paciente y proporcionarle atención médica intensiva, como la administración de líquidos y oxígeno y la monitorización de los signos vitales.

Posibles complicaciones de las infecciones nosocomiales

Las infecciones nosocomiales pueden tener consecuencias graves para la salud de los pacientes. Algunas de ellas, como:

- Deterioro de su salud general

- Prolongación de la estancia en el hospital y aumento de los costes de atención médica

- Mayor riesgo de reingreso al hospital

- Desarrollo de complicaciones graves, como la sepsis

- Aumento del riesgo de muerte

Es importante considerar que algunas de estas infecciones pueden ser resistentes a los antibióticos, siendo entonces más difíciles de tratar. Por ejemplo la infección por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA), puede ser particularmente peligrosa.

Además, las infecciones nosocomiales pueden afectar negativamente a la calidad de vida de los pacientes, incluso después de que se hayan recuperado. Algunas de estas dolencias crónicas pueden ser dolor, fatiga y discapacidad. Por lo tanto, es esencial prevenir y controlar estas infecciones para minimizar su impacto negativo en la salud del paciente.

También es importante que los pacientes tomen medidas para protegerse a sí mismos y a otros de las infecciones nosocomiales. Esto puede incluir lavarse las manos con frecuencia, no compartir artículos personales, como toallas y cepillos de dientes, y notificar al personal médico si desarrollan síntomas de infección

Plazos para reclamar por una infección nosocomial

Tenga en cuenta que existen determinados plazos para reclamar cuando se ha producido una infección nosocomial, según si nos atendieron en la sanidad pública o en la privada: en el primer caso, contamos con un año desde que se produjo el fallecimiento o alta médica del paciente; en la sanidad privada, tenemos 5 años si hubo un contrato (responsabilidad contractual), o un año si no lo hubo (responsabilidad extracontractual).

Le recomendamos que se ponga en contacto con nosotros, solicitando cita previa por teléfono o a través de internet.

Una vez nos hayamos reunido, estudiaremos el caso de forma personalizada y empezaremos con la reclamación.

Recuerde que es muy importante guardar toda la documentación posible, ya que esta puede ser clave en el desarrollo del procedimiento de reclamación.

Gracias a nuestra amplia formación y a nuestros años de experiencia como abogados de negligencias médicas, le ofrecemos la máxima eficacia jurídica.

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