Septicemia

La septicemia es una infección que se produce cuando las bacterias entran en el torrente sanguíneo y se propagan. Puede dar lugar a una sepsis, la reacción del cuerpo a la infección, que puede causar daños en los órganos e incluso la muerte. La septicemia es más frecuente en personas hospitalizadas o con otras enfermedades. Requiere atención médica inmediata y tratamiento con antibióticos.

Si el origen es una infección hospitalaria, debe saber que puede reclamar por negligencia médica.

¿Qué es la septicemia?

La septicemia, a veces llamada envenenamiento de la sangre, es una infección que se produce cuando los gérmenes entran en el torrente sanguíneo y se propagan. Los gérmenes suelen ser bacterias, pero también pueden ser virus u hongos.

Diferencias entre septicemia y sepsis

Algunas personas utilizan las palabras septicemia y sepsis como si significaran lo mismo. Pero técnicamente, la septicemia es una infección que se produce cuando las bacterias u otros gérmenes entran en el torrente sanguíneo y se propagan por todo el cuerpo. Eso puede desencadenar una sepsis, que es la reacción del cuerpo a la infección.

¿Quién puede contraer una septicemia?

Cualquiera puede contraer una septicemia, pero es más frecuente en personas que:

  • Están en el hospital o han sido operadas recientemente (especialmente las que tienen catéteres o vías intravenosas).
  • Son muy mayores o muy jóvenes.
  • Han tenido septicemia anteriormente.
  • Tienen infecciones u otras enfermedades crónicas (por ejemplo, diabetes o cáncer).
  • Tienen lesiones graves, como quemaduras extensas o heridas abiertas.
  • Tienen un sistema inmunitario débil.

¿Qué gérmenes pueden causar septicemia?

Casi cualquier tipo de germen puede causar septicemia. Los responsables más frecuentes son las bacterias, entre ellas:

  • Staphylococcus aureus.
  • Streptococcus pneumoniae.
  • E. coli.

¿Cómo afecta la septicemia a mi organismo?

La septicemia puede dar lugar a una sepsis, que es una emergencia médica potencialmente mortal. Puede causar daños en los tejidos, fallos en los órganos e incluso la muerte.

¿Qué causa la septicemia?

Las bacterias, los virus y los hongos pueden entrar en el torrente sanguíneo de muchas maneras, por ejemplo:

  • Dientes con abscesos.
  • Gérmenes en el equipo médico (como herramientas quirúrgicas y agujas).
  • Infección renal.
  • Neumonía.
  • Úlceras cutáneas u otras heridas.
  • Infección del tracto urinario.

El cuerpo normalmente puede eliminar un pequeño número de gérmenes de forma natural. Pero si los gérmenes crecen y se propagan, se puede producir una septicemia.

Síntomas de septicemia

Los primeros síntomas de la septicemia son:

  • Fiebre alta.
  • Escalofríos.
  • Debilidad.
  • Sudoración.
  • Descenso de la presión arterial.

¿Cómo se diagnostica la septicemia?

El diagnóstico de la septicemia se basa en la presencia de síntomas de septicemia. Para ello, se realiza un análisis de sangre para identificar una bacteria, un virus o un hongo.

En función de los síntomas, puede ser necesario realizar otras pruebas para comprobar si hay daños en los tejidos y órganos.

¿Cómo se trata la septicemia?

La septicemia requiere un tratamiento inmediato para evitar que la afección empeore hasta convertirse en sepsis. Las infecciones causadas por bacterias se tratan con antibióticos. El tipo de antibiótico que se necesita depende del tipo de bacteria que haya causado la infección. Si la infección está causada por un virus o un hongo, el tratamiento incluirá un medicamento antiviral o antimicótico.

Si el tratamiento es eficaz, puede empezar a sentirse mejor en semanas o meses. Los casos más graves pueden tardar más tiempo.

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