Por José Antonio Ramos Mesonero / 26 de Septiembre de 2024
El síndrome de shock tóxico está causado por las toxinas liberadas por algunas cepas comunes de bacterias. Suele darse en adultos sanos, pero cualquiera puede padecerla. La herida que permite la entrada de la bacteria suele ser menor o indetectable. En los últimos años, el síndrome del shock tóxico se ha relacionado con el uso de tampones menstruales. El síndrome de shock tóxico se desarrolla rápidamente y puede ser mortal. Sin embargo, este trastorno es relativamente raro.
Causas del síndrome de shock tóxico
El síndrome de shock tóxico está causado por las toxinas liberadas por cepas específicas de familias de bacterias extremadamente comunes (Staphylococcus, Streptococcus y Clostridium). Estas bacterias se encuentran en todas partes, incluso en nuestras membranas mucosas, como la garganta, la boca, la nariz y la vagina. La mayoría de las cepas son inofensivas, pero algunas bacterias liberan una toxina (veneno) en el torrente sanguíneo.
La sepsis es una respuesta generalizada del organismo a las bacterias y otras sustancias. El shock séptico es una forma grave de sepsis caracterizada por el shock (presión arterial tan baja que pone en peligro la vida). El síndrome de shock tóxico es una forma particular de shock séptico causado por las toxinas de las bacterias Staphylococcus y Streptococcus.
El uso de tampones, especialmente del tipo "superabsorbente", también puede causar el síndrome de shock tóxico. El shock tóxico llamó la atención del público en 1980, cuando más de 700 mujeres se infectaron en toda Norteamérica. Resultó que la mayoría de estas mujeres habían empezado a utilizar recientemente un nuevo tipo de tampón superabsorbente. No está claro qué tienen estos tampones que provocan un mayor riesgo de síndrome de shock tóxico, pero parece estar relacionado con una "desecación" de la vagina. Las mujeres que mantienen el diafragma colocado durante más de 24 horas también corren un mayor riesgo de padecer el síndrome de shock tóxico.
Sin embargo, muchos casos de síndrome de shock tóxico no están relacionados con el uso de tampones, sino que pueden ocurrir después de una cirugía, una lesión accidental o un parto. Los casos causados por estreptococos suelen producirse tras una intervención quirúrgica, pero a veces el síndrome de shock tóxico es el resultado de una infección cutánea. Los casos causados por bacterias de la familia Clostridium se producen con mayor frecuencia tras el parto y los abortos médicos, y las bacterias del género Staphylococcus suelen ser las responsables de los casos asociados al uso de tampones higiénicos.
En caso de que el síndrome apareciera tras una cirugia o parto se puede estudiar si esta se debe a una negligencia médica, y acudir a un abogado para interponer la correspondiente reclamación.
Síntomas y complicaciones del síndrome de shock tóxico
Los síntomas del síndrome de shock tóxico aparecen repentinamente. Estos incluyen:
- Confusión;
- Fatiga o debilidad extremas;
- Fiebre alta de 39°C a 40,5°C
- Dolor de cabeza;
- Enrojecimiento del ojo;
- Diarrea aguda;
- Dolor de garganta;
- Vómitos;
- Una erupción cutánea generalizada con enrojecimiento.
En los casos graves, los síntomas se acentúan rápidamente en las primeras 24-48 horas. Enormes cantidades de fluidos y minerales esenciales entran en los tejidos, haciendo que se pierdan en los órganos vitales. El flujo sanguíneo disminuye y la presión arterial baja, lo que puede llevar a la pérdida de conciencia y posiblemente al coma. Pueden producirse problemas respiratorios y la sangre y los órganos pueden no recibir suficiente oxígeno. Después de una o dos semanas, la piel comienza a desprenderse, especialmente en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Además, la sangre puede no coagularse adecuadamente, lo que aumenta el riesgo de hemorragia.
Varios órganos están seriamente amenazados por el veneno bacteriano. Los músculos, los riñones, el hígado, el corazón y los pulmones pueden resultar dañados por la infección, pero pueden recuperarse con tratamiento.
Los expertos creen que muchos casos leves de síndrome de shock tóxico relacionados con el uso de tampones no se notifican o se confunden con otras afecciones como la gripe y la gastroenteritis, porque no avanzan lo suficiente como para presentar los síntomas graves antes mencionados.
Cómo diagnosticas el Síndrome de shock tóxico
Su médico le hará preguntas sobre sus síntomas y le hará una exploración física. También pedirá análisis de sangre y puede enviar una muestra de sangre o de tejido para buscar microorganismos. También pueden realizarse otras pruebas, como un electrocardiograma, radiografías, una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM).
Tratamiento y prevención del Síndrome de shock tóxico
Las personas que sufren el síndrome de shock tóxico necesitan cuidados intensivos inmediatos. Los tampones y los diafragmas deben retirarse de la vagina. El tratamiento consiste principalmente en reponer los líquidos perdidos, por vía oral o intravenosa, con una mezcla especial de líquidos y electrolitos esenciales para el organismo (por ejemplo, sodio, potasio). Algunas personas pueden necesitar un dispositivo llamado ventilador para ayudarles a respirar. Puede ser necesario administrar medicamentos para aumentar la presión arterial.
Las heridas y todos los focos de infección se enjuagan con agua. Las heridas infectadas se limpian; si es necesario, se puede extirpar parte del tejido infectado.
También se administran antibióticos por vía intravenosa (en una vena), sobre todo para reducir el riesgo de reaparición de la infección. Los anticuerpos humanos (inmunoglobulinas) también pueden ayudar en casos extremos.
Afortunadamente, el síndrome del shock tóxico es ahora más raro que en los años 80, gracias a la retirada del mercado de los tipos de tampones más peligrosos.