E El staphylococcus aureus, más conocido como estafilococo áureo o MARSA , es un tipo de bacteria que puede causar problemas de diversa consideración. Podemos encontrar desde cuadros de foliculitis, forunculosis o conjuntivitis, hasta enfermedades más graves que suponen un riesgo directo para la vida de la persona: meningitis, sepsis, neumonía…
Si bien esta bacteria forma parte de la macrobiota (es decir, microorganismos que viven en nuestro cuerpo), también es cierto que las personas colonizadas por ella están más expuestas a sufrir infecciones. Si quiere saber más sobre esta cuestión, le invitamos a seguir leyendo el siguiente artículo.
Otro nombre médico con el que se denomina a esta bacteria es es SARM: Staphylococcus aureus resistente a meticilina.
Existen grupos que pueden verse más expuestos a su contagio , como son las personas con diabetes, los pacientes sometidos a hemodiálisis, los pacientes quirúrgicos, las personas con SIDA y las que son usuarias de drogas intravenosas.
La infección por Stafilococo Aureus es más susceptible de contraerse como infección hospitalaria, aunque también puede darse en otras circunstancias.
Las Staphylococcus son un grupo de bacterias, de los cuales existen más de 30 tipos. En concreto, Un tipo llamado Staphylococcus aureus es el causante de mayoría de las infecciones por estafilococo. Estos son algunos ejemplos de infecciones por estafilococo: Infecciones de la piel; bacteriemia nosocomial; infecciones de los huesos; endocarditis: intoxicación por alimentos neumonía nosocomial y síndrome del shock tóxico (una infección poco común, pero de consecuencias graves).
Los estafilococos se pueden propagar de una persona a otra y, además, se pueden encontrar en objetos cotidianos como toallas, ropa, manivelas de puertas, equipo deportivo, mandos a distancia, etc. Otra forma de contagio es a través de los alimentos, cuando no se encuentran bien preparados. Por últimos, nos gustaría citar la infección hospitalaria como otra de las causas por las que podemos contraer estas bacterias. Los hospitales y centros sanitarios en general tienen que tomar las medidas adecuadas para evitar que un paciente se enferme.
Si algo no ha salido bien en nuestra estancia en el hospital o centro de salud, podemos plantearnos tomar acciones legales. Este tipo de casos entran dentro de lo que se conoce como negligencias médicas, y son situaciones que deben tomarse muy en serio. Hay que tener en cuenta que está en juego la salud y la vida de una persona, por lo que tenemos derecho a reclamar. Para esto será conveniente, en primer lugar, acudir a un abogado que esté especializado en la materia. También conviene guardar los documentos médicos que tengamos, porque podrían ser necesarios más adelante.
¿Le gustaría comunicarse con nosotros y contarnos su caso? Entonces no dude en pedir cita previa con nuestro Despacho de Madrid, ya sea por teléfono o mediante nuestra web. Atenderemos su petición lo antes posible y trataremos de obtener una compensación que sea justa para los daños sufridos.
Por todo lo dicho si hemos tenido algún problema fruto de esta dolencia, bien porque no nos hayan diagnosticado adecuadamente o bien porque el tratamiento no fue correcto, debemos ponernos en contacto sin dudar con un abogado especializado en negligencias médicas.
En nuestro Despacho de Madrid tratamos todo tipo de negligencias médicas, por lo que no dude en ponerse en contacto con nosotros si desea que valoremos su caso de forma personalizada y planteemos las soluciones legales pertinentes.
Para ello puede llamar por teléfono o bien utilizar el formulario que encontrará en nuestra web, y nuestro equipo especializado le dará respuesta lo antes posible.
Le aconsejamos que guarde todos los documentos que le hayan podido facilitar en su centro hospitalario o de salud, ya que pueden ser muy importantes durante un proceso de reclamación por negligencia médica.
En todo caso, si tiene alguna duda, solo tiene que preguntarnos y le ayudaremos a resolverla.