Por José Antonio Ramos Mesonero / 18 de Diciembre de 2024
El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), es una emergencia médica que representa una de las principales causas de mortalidad y discapacidad en el mundo.
Este se produce debido a una alteración brusca del flujo sanguíneo cerebral, que puede ser de origen isquémico o hemorrágico, causando daño en los tejidos cerebrales y alteraciones funcionales transitorias o permanentes.
Es la segunda causa de muerte y la principal causa de discapacidad en adultos mayores.Y un tratamiento precoz puede reducir significativamente la mortalidad y las secuelas, por ello, no detectarlo a tiempo o no tratarlo de la mejor forma, es una negligencia médica en ictus que puede reclamar.
Tipos de Ictus que pueden ser causados por una negligencia médica
Ictus isquémico
Este ocurre cuando un coágulo bloquea o reduce el flujo sanguíneo a una parte del cerebro. Puede ser causado por:
- Falta de diagnóstico y tratamiento de factores de riesgo como hipertensión, fibrilación auricular, o diabetes.
- Retraso en administrar tratamientos críticos como el tPA (activador tisular del plasminógeno), que debe administrarse dentro de una ventana de tiempo específica.
- Mala práctica durante procedimientos quirúrgicos que provoquen la formación de coágulos.
Ictus hemorrágico
Sucede cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, causando sangrado. Puede ser resultado de:
- Fallo en controlar la presión arterial elevada (hipertensión).
- Administración indebida de anticoagulantes sin seguimiento adecuado.
- Error durante una cirugía cerebral o procedimiento invasivo.
- Mal manejo de aneurismas o malformaciones arteriovenosas (MAV).
Ataque isquémico transitorio (AIT)
Es un "mini-ictus" causado por una obstrucción temporal del flujo sanguíneo al cerebro. La negligencia puede surgir por:
- No identificar o tratar adecuadamente un AIT, lo que podría derivar en un ictus más grave.
- No investigar los síntomas de forma adecuada o ignorar señales iniciales.
Ictus embólico
Ocurre cuando un coágulo o émbolo se forma en otra parte del cuerpo (como el corazón) y viaja al cerebro. Puede deberse a:
- No diagnosticar o tratar adecuadamente arritmias cardíacas como fibrilación auricular.
- Retrasos en la prescripción de anticoagulantes en pacientes con riesgo elevado.
Ictus trombótico
Es un tipo de ictus isquémico causado por un coágulo que se forma directamente en una arteria cerebral. La negligencia podría incluir:
- Falta de monitoreo o control de la aterosclerosis (acumulación de placas en las arterias).
- Omisión de medidas preventivas en pacientes de alto riesgo.
Ictus por mal manejo de procedimientos médicos o quirúrgicos
- Lesiones en arterias durante cirugías u otros procedimientos invasivos.
- Errores anestésicos que provoquen alteraciones graves de la circulación cerebral.
Causas más comunes de negligencia médica que contribuyen a los diferentes tipos de ictus
Entre las causas más comunes de errores médicos que pueden contribuir al sufrimiento de un ictus, destacamos:
- Retrasos en el diagnóstico o malinterpretación de pruebas de imagen (TC, RM, angiografías).
- Administración incorrecta de medicamentos (anticoagulantes, antihipertensivos, etc.).
- Falta de seguimiento en pacientes con antecedentes de ictus, AIT, o enfermedades cardíacas.
- No referir al paciente a un especialista a tiempo.
Cómo prevenir un ictus asociado a negligencia médica
La mejor manera de prevenir un ictus relacionado con negligencia médica es garantizar que tanto los profesionales de la salud como los pacientes sean proactivos en el manejo de los riesgos. Desde el despacho de abogados de Ramos Mesonero te damos algunas recomendaciones:
Para profesionales de la salud:
- Mantenga una evaluación clínica exhaustiva en pacientes con factores de riesgo, como hipertensión, diabetes o antecedentes de enfermedades cardíacas.
- Capacítese de forma continua sobre los protocolos actualizados para el manejo de ictus, como la administración de trombolíticos dentro de la ventana terapéutica.
- Falta de seguimiento en pacientes con antecedentes de ictus, AIT, o enfermedades cardíacas.
- Documente y comunique claramente a los pacientes sobre las opciones de tratamiento y los riesgos asociados.
Para los pacientes:
- Sea conscientes de los síntomas de un ictus, como la dificultad para hablar, debilidad en un lado del cuerpo, o pérdida repentina de visión. Ante cualquiera de estos signos, acudir de inmediato a urgencias.
- Consulte regularmente con el médico y realice chequeos periódicos para controlar enfermedades como hipertensión, colesterol alto o fibrilación auricular.
- Si nota una negligencia, como un diagnóstico tardío o la falta de seguimiento médico, busque una segunda opinión lo antes posible.
¿Qué hacer si sospecha de negligencia médica en un caso de ictus?
Si usted o un ser querido han sufrido un ictus y cree que podría haberse evitado con una atención médica adecuada, siga estos consejos:
- En primer lugar, póngase en contacto con nuestro equipo: Los casos de negligencia médica son complejos y requieren de asesoramiento legal experto para determinar si hubo un incumplimiento del deber médico. Para ello, conocer su caso concreto es importante.
- Solicite acceso a los expedientes médicos: Es crucial obtener toda la documentación médica para analizar si se siguieron los protocolos adecuados.
- Busque una opinión médica independiente: Un especialista puede evaluar si las acciones (o inacciones) del personal médico contribuyeron al ictus.