Datos del procedimiento:
- Juzgado: Juzgado de Primera Instancia nº 09 de Madrid
- Número de procedimiento: 781/2018
- Fecha de la sentencia: 16 de noviembre de 2021
Antecedentes:
E En este caso, la demandante presentó una demanda por responsabilidad civil contra la aseguradora W.R. Berkley España, a raíz de una intervención quirúrgica de rinoplastia realizada en enero de 2017, la cual fue inicialmente solicitada por razones estéticas debido a una deformidad nasal. La paciente se sometió a una rinoplastia abierta, con la intención de mejorar la apariencia de su nariz. Sin embargo, la cirugía tuvo resultados insatisfactorios y dio lugar a complicaciones estéticas y funcionales, lo que llevó a la paciente a exigir una corrección.
Argumentos de la parte actora:
La parte demandante alegó que la intervención quirúrgica estuvo mal ejecutada, especialmente en lo que respecta a la técnica utilizada en la sutura y la manipulación de la columela y la punta nasal, lo que provocó una cicatrización inadecuada y deformidades. Después de la cirugía, la paciente se mostró descontenta con el resultado, solicitando un retoque para corregir la punta nasal. El retoque, realizado en noviembre de 2017, no logró solucionar completamente los problemas estéticos, y la paciente continuó con asimetría en la nariz y dificultades respiratorias.
La demandante buscó la responsabilidad de la aseguradora, argumentando que el mal resultado se debía a una mala praxis médica y solicitó una indemnización por los daños estéticos y funcionales sufridos. Durante el juicio, la parte demandante presentó varios informes médicos que respaldaban su versión, señalando que las complicaciones no fueron causadas por su forma de cicatrizar, sino por errores cometidos durante las intervenciones quirúrgicas.
Argumentos de la parte demandada:
Por otro lado, la defensa de la aseguradora argumentó que no existió mala praxis, ya que las complicaciones estéticas eran comunes en este tipo de cirugía y no representaban un defecto de técnica. Además, se alegó que las intervenciones fueron realizadas bajo el consentimiento informado de la paciente, quien había sido advertida de los posibles riesgos y de la falta de garantía en los resultados. La aseguradora también destacó que los daños estéticos no eran reclamables bajo las condiciones del seguro, ya que la póliza excluía específicamente las reclamaciones por no alcanzar los resultados esperados.
Análisis del juez:
El juez, tras examinar las pruebas y los testimonios presentados, concluyó que no se trataba simplemente de un mal resultado estético, sino que existieron deficiencias en la ejecución de las intervenciones, especialmente en la manipulación de la columela y la punta nasal, lo que llevó a la paciente a sufrir deformidades y dificultades respiratorias. En base a los informes médicos, el juez determinó que las complicaciones estéticas y funcionales eran el resultado directo de la mala técnica empleada durante las cirugías y no de factores ajenos a la intervención.
Fallo de la sentencia:
El tribunal condenó a la aseguradora a indemnizar a la demandante con una cantidad de 15.010 euros, que comprendía la reparación de las secuelas de la cirugía, los gastos derivados de una intervención correctiva adicional y el perjuicio personal temporal sufrido durante el proceso de recuperación. No obstante, el juez desestimó las reclamaciones por los daños estéticos más graves, considerando que el perjuicio ya había sido subsanado por la última intervención quirúrgica.
La sentencia resalta la importancia de la correcta ejecución de las intervenciones quirúrgicas y la necesidad de que los pacientes reciban un consentimiento informado completo, especialmente cuando se trata de procedimientos estéticos en los que los resultados no siempre son predecibles.